El pilar del Duque. Zafra

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miércoles, 13 de abril de 2011

Los molinos hidraulicos. Funcionamiento


Desde la edad moderna hasta el siglo XX los molinos estuvieron en su mayor esplendor. A partir de la mitad del siglo XIX aparecieron nuevos molinos que incorporan innovaciones tecnológicas que permiten ofrecer un buen producto. Ya en el siglo XX se instalan las nuevas fábricas de harina que acaparan todo el mercado de cereales, por lo que los molinos tuvieron que cerrar las puertas. Los molinos de agua cuya disposición de la rueda, sobre la que actúa la fuerza hidráulica de los ríos, es la horizontal, fueron los más habituales en Extremadura.
Al principio la mayoría de los molinos de grano estaban constituidos por dos muelas, poco peraltadas y de pequeño diámetro, que pueden moverse a mano por un hombre con bastante facilidad. Para hacer girar la muela móvil, ésta llevaba a veces un taladro en el que se encajaba un mango de madera que se empuñaba con una mano.
Normalmente, la sala donde se encuentra el molino está en la planta baja y el resto de máquinas y aparatos que conforman su equipo se hallan en una planta superior. También la mayoría de ellos utilizaban directamente el agua del río o de los arroyos como fuente de energía e incluso alguno aprovechaba el agua sobrante de otro molino. Para aprovechar la energía del río o del arroyo se construye una pequeña presa que corta el cauce, formando una gran masa de agua. Desde aquí el agua pasa hasta el molino a través de un canal, formado por gruesos muros de piedra o incluso excavado sobre el propio terreno. Otras veces el agua se recoge en una balsa.

Cuando el agua llega al molino pasa, a través de una o varias aberturas hechas en el muro, a un depósito o bien desciende por un tubo, hasta golpear la rueda hidráulica horizontal, situada debajo del piso del edificio y que hacía girar, a una gran piedra que gira sobre otra.
Aquí es donde se produce la trituración del trigo entre las estrías de las piedras. Éstas están protegidas por una estructura de madera que protege a las piedras y donde se echa el grano que se va a moler. Esto permite al molinero una cierta libertad. La cantidad de trigo tiene que estar dosificada, ya que si es mucha puede salir sin moler o parar la maquinaria, y si es poca, gastar excesivamente las piedras.

Para regular la cantidad de grano que se va a moler se dispone de un ingenioso sistema de dosificación que utiliza el movimiento del eje mediante una rueda dentada, produciendo un ruido que se regula subiéndolo o bajándolo. El agua sale después por una abertura a través de un canal de evacuación llevando de nuevo las aguas al río.



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